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Culto
BENJAMÍN FAIVOVICH

BENJAMÍN FAIVOVICH:EL ARTE DE ENSEÑAR A EMPRENDER


Por Mónica Garrido V.

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Quiso ser artista, pero sus padres insistieron en que eligiera una carrera tradicional. Si bien estudió Ingeniería comercial, actualmente aplica sus conocimientos de forma poco convencional con el fin de generar un cambio.

Benjamín Faivovich es el fundador de Emprende Joven, una entidad que capacita y forma a personas de todas las edades para que puedan llevar adelante sus proyectos. Hace 8 años levantó este proyecto cuyo motor nació de la revolución pingüina de 2006.

Si bien antes de ingresar a la universidad Benjamín quería dedicarse a la música, finalmente tomó el camino de la ingeniería comercial, carrera que le dio las herramientas para llevar a cabo el cambio social que buscaba realizar y que hoy continúa impulsando por medio de talleres, programas educativos y diversas publicaciones.

¿Por qué elegiste estudiar Ingeniería comercial?

Mi pasión siempre fue la música, más que nada el arte, y cuando salí de cuarto medio mi mamá me dijo: “Tú imposible que estudies música, imposible que seas artista, porque no vas a ganar ni un peso. Yo no quiero que vivas a costa nuestra, tienes que ocupar ese buen puntaje que sacaste en tu prueba, y estudiar una carrera tradicional”. Así que me metí a estudiar ingeniería comercial porque principalmente fue algo que mis padres me persuadieron a que era una carrera con proyección.

¿Cómo se gestó la idea Emprende Joven? ¿Cuál fue tu motivación?

Durante muchos años atrás formé parte de un centro de alumnos que fue parte y gestor de la revolución pingüina donde comenzamos a hacer las protestas importantes después de la dictadura -enlos años 2004, 2005, 2006-. Al principio mi motivación en esa época fue apoyar a mis compañeros en el tema de mayor equidad en la educación. Después de salir de cuarto medio, de tener esa experiencia, pensé que tenía que hacer algo grande y me metí a motivar a los jóvenes en los colegios técnicos. Así fue como partí en el liceo A-20 de la comuna de Santiago centro, y 3 años después estaba reformando la malla de todos los colegios técnicos de Puerto Montt.

¿Cuáles han sido las mayores dificultades que tuviste que enfrentar? ¿Y los principales apoyos?

Las mayores dificultades al principio, sobretodo cuando uno es joven, es la credibilidad, pero al final del día son todos hologramas nuestros, porque nosotros somos creadores de la realidad y cuando nosotros creemos en una idea, que la podemos llevar a cabo, el universo nos pone a prueba y nos dice “Oye tú ¿realmente quieres hacer esto? Ve por ella”. A medida que fui avanzando me di cuenta que eran las mismas pruebas que me dio la vida, así que las dificultades eran mis propias dificultades mentales, al creer y querer hacer un cambio.

De las personas que han asesorado ¿Cuál es la historia que más te ha emocionado en cuanto al cambio que dicha persona logró?

Bueno, raperos que se transformaron en persona muy famosas, bailarines de break dance, gente muy exitosa en lo urbano. Pero yo después me dediqué a entrenar emprendedores, y un caso muy bonito, es el de una emprendedora, una inmigrante boliviana que llegó con nada a Chile, y luego de haber hecho uno de mis cursos de neuroprogramación para el éxito, puso una panadería y todo se sincronizó para que ella en una semana ya estuviera emprendiendo un negocio exitoso.

¿Qué desafíos te planteas hacia el futuro con Emprende joven?

Impactar a un billón de personas en los próximos 10 años, de aquí al 2020 poder impactar o crear un millón de agentes de cambio, de ellos 800 mil profesores y 200 mil emprendedores. De ahí escalar a unos 20 países y hacer que este mundo sea mucho más próspero y mucho más abundante.